LA EPILEPSIA Y SUS IMPLICACIONES SOBRE LAS
ENCÍAS
La definición de epilepsia fue acuñada por el neurólogo inglés
John H. Jackson, a fines del siglo XIX, y es la que está vigente hasta nuestros
días: “una descarga súbita, rápida y excesiva de las células cerebrales“
La epilepsia tiene su origen en unos cambios breves y repentinos
del funcionamiento del cerebro.
Por esta razón, se trata de una afección neurológica, causado por
una descarga neural excesiva y temporal.
La epilepsia se caracteriza
por episodios discretos que suelen repetirse, en los cuales hay disturbios de movimiento,
sensaciones, comportamiento anormal, percepción y/o conciencia.
En general tardan más de 5minutos y constituyen en una situación
de riesgo para la vida del paciente, debido a la hipertermia y acidosis.
¿Por qué se produce?
La epilepsia es un trastorno con muchas causas posibles.
Cualquier cosa que impida el patrón de actividad neuronal normal puede
conducir a la aparición de una crisis epiléptica.
Algunas personas epilépticas tienen una cantidad más alta de neurotransmisores
activos (sustancias encargadas de conducir el impulso nervioso entre las
neuronas), lo cual incrementa la actividad neuronal.
En otros se ha observado una cantidad baja de inhibidores de
dichos neurotransmisores, lo cual también aumenta la actividad neuronal.
En ambos casos aparece la epilepsia.
Las epilepsias idiopáticas
Se denominan así cuando no se conoce la causa que las produce,
demostrándose en muchos casos un factor genético.
Las epilepsias
sintomáticas
Se denominan así cuando se puede demostrar la causa de la
epilepsia que puede ser debida a múltiples factores de tipo malformativo,
infeccioso, hemorrágico, tumoral, traumático, etc que puede haberse producido
en cualquier época de la vida.
En la atención odontológica de un paciente con epilepsia es
importante reconocer la existencia de posibles factores desencadenantes de
crisis epilépticas.
Se deben tomar todas aquellas las medidas conducentes a su manejo
y prevención.
Los principales factores
desencadenantes de crisis epilépticas son:
Ansiedad y estrés; es una situación frecuente que se origina en consulta de odontología
y se deben tomar todas las medidas de relajación con psicoterapia o farmacología
para el control de las misma.
El odontólogo debe asegurarse de la correcta administración de los
fármacos.
Proceso infeccioso intercurrente, la existencia de un proceso febril puede elevar el riesgo de
desarrollar crisis epiléptica.
Privación de sueño, constituye un factor de riesgo epiléptico importante.
Se debe aconsejar al paciente para evitar la privación voluntaria.
Consumo de alcohol o
excitantes; pueden desencadenar crisis
epilépticas e interferir negativamente con la eficacia de la medicación
antiepiléptica.
Menstruación; durante la menstruación se pueden desencadenar crisis epilépticas.
Hay algunas crisis que solo se presentan durante la menstruación (epilepsia
catamenial).
Hipoglucemia; puede ser de forma aislada un factor desencadenantes de crisis
por se incluso en paciente previamente no epiléptico.
En sentido, se debe recomendar todos aquellos medida conducentes a
la prevención de situación de hipoglucemia.
Deshidratación; es otro factor que puede desencadenar crisis sobre todo en niños.
Hiperventilación, de forma mantenida puede desencadenar crisis
epilépticas.
En Neurofisiología se utiliza para activar posibles focos
epilépticos en el EEG.
Luces intermitentes; la foto estimulación con una determinada frecuencia de disparo
puede desencadenar crisis.
Trastorno
gastrointestinales; puede interferir en la
absorción de fármacos antiepiléptico.
Fármacos; determinados medicamentos pueden ejercer un efecto epileptógeno. Especialmente
por vía intravenosa y altas dosis entre ellos antibióticos (ciprofloxacino),
analgésicos narcóticos (fentanil, pentazocina, meperidina).
Reflejos específicos, existe algún tipo de crisis de carácter reflejo como las desencadenadas
por la deglución, la masticación, etc., que puede presentar durante el acto de
la intervención dental.
Recomendaciones antes del inicio de intervención dental.
Es aconsejable realizar una breve historia clínica de las crisis
al paciente o acompañante, conocer la existencia de pródromos o aura.
Así como posibles factores desencadenantes de las crisis y
medicación antiepiléptica.
En ocasiones, puede solicitarse información complementaria al
neurólogo que este llevando regularmente al paciente.
Se ha de intentar evaluar aspectos generales del paciente;
lesiones provocadas por traumatismos o caídas debidas a las crisis epilépticas,
efectos de la medicación (alopecia, hirsutismo, rash cutáneos, etc.).
En la exploración bucal se valorará especialmente la existencia de
deformidades en cavidad oral, patología en las encías (hipertrofia gingival) y
condiciones higiénicas bucales.