viernes, 15 de marzo de 2013

SALUD MENTAL



SALUD MENTAL

La salud mental es un concepto difícil de delimitar.
Ramiro Núñez (1998), pionero de las famosas Escuelas de Padres de orientación preventiva en nuestro país, definió la salud mental como la capacidad de disfrutar integralmente de las posibilidades de la vida ajustándose a los cambios y participando creativamente dentro de ellos, estimulado por el aliento de una ilusión. Consideró que la salud mental no era un absoluto, sino un potencial del que podíamos lograr cada vez mayor desarrollo; por lo tanto, eran factibles todas
las acciones de prevención y promoción de la misma.

En el ámbito científico internacional observamos también una búsqueda de conceptos integradores de salud mental, como la proporcionada por la Organización Mundial de la Salud que la define no sólo como ausencia de enfermedad sino como un estado de bienestar físico, mental y social (Constitución de la Organización Panamericana de la Salud, cap.1, art.1)

La Organización Panamericana de la Salud (Washington, 2001) define que la salud mental es «el núcleo de un desarrollo equilibrado de toda la vida, que desempeña una función importante en las relaciones interpersonales, la vida familiar y la integración social.
Es un factor clave para la inclusión social y plena participación en la comunidad y en la economía.
En realidad, la salud mental es mucho más que la mera ausencia de enfermedades mentales, es una parte indivisible de la salud y la base del bienestar y el funcionamiento eficaz de las personas.
Se refiere a la capacidad de adaptarse al cambio, hacer frente a la crisis, establecer relaciones satisfactorias con otros miembros de la comunidad y encontrar un sentido a la vida».

Concepto expuesto en el « Plan de Acción en Salud Mental 1999 – 2000» del Ministerio de Salud y Previsión Social de Bolivia: «el equilibrio psíquico o salud mental es la expresión y resultado de un conjunto de factores protectores de naturaleza biológica, psíquica y social.
Es una dimensión inseparable de la salud integral».
La salud mental está determinada por «Cómo nos sentimos nosotros mismos, cómo nos sentimos en relación con los demás y cómo respondemos ante las exigencias de la vida diaria», afrontando situaciones, conflictos o problemas.

Características de la realidad peruana que afectan la salud mental
La exclusión social para grandes sectores de la población respecto a los servicios de salud, educación, trabajo y derechos ciudadanos; lo cual se hace más crítico cuando consideramos las necesidades de inclusión y de cuidado a los enfermos mentales en particular y a todos los niños y niñas, jóvenes, mujeres y adultos mayores que forman parte de la llamada población sana y que requieren cobertura en salud mental. Puede decirse que la exclusión constituye el telón de fondo de lo que algunos analistas identifican como las «desigualdades en recursos y necesidades de salud entre las mujeres y los hombres»
Otro aspecto de la exclusión son las desigualdades en el tratamiento de los grupos de edad,especialmente la marginación que sufren las niñas, niños y adolescentes.
La exclusión aparece entonces en las diferencias entre grupos sociales, entre sexos, etnias y generaciones, así como entre lo rural y lo urbano, configurando el espectro de la inequidad que amenaza también el panorama nacional en materia de salud mental.
La promoción de la salud mental parte del principio de que todas las personas tienen necesidades de salud mental y no sólo aquéllas a las que han sido diagnosticadas condiciones de salud mental. La promoción de la salud mental concierne esencialmente a la realidad social en la que todos se sientan comprometidos con el bienestar mental.
La psicología positiva se interesa también por la salud mental e incluso está más cercana a ella que los tratamientos psiquiátricos. La “promoción de salud mental” es un término que cubre una variedad de estrategias. Estas estrategias pueden ser vistas desde tres niveles:
Nivel individual - Motivar los recursos propios de la persona por medio de estímulos en la auto-estima, la resolución de los propios conflictos, la asertividad en áreas como la paternidad, el trabajo o las relaciones interpersonales.
Nivel comunitario - Una creciente y cohesionada inclusión social, desarrollando las estructuras de ayuda que promueven la salud mental en los lugares de trabajo, estudio y en la ciudad.
Nivel oficial - El estado de cada nación comprometido en planes que reduzcan las barreras socio-económicas promoviendo oportunidades en igualdad de acceso a los servicios de salud pública por parte de los ciudadanos más vulnerables a este desorden.

La salud mental es un estado dinámico de bienestar subjetivo, en permanente búsqueda de equilibrio que surge de las dimensiones biopsicosociales y espirituales del desarrollo y se expresa en todas las esferas de la conducta de la persona (comportamientos, actitudes, afectos, cogniciones y valores), todo lo cual se plasma en el establecimiento de relaciones humanas equitativas e inclusivas, en relación a la edad, sexo, etnia y grupo social, así como en la participación creativa y transformadora del medio natural y social, buscando condiciones favorables para el desarrollo integral, individual y colectivo.