EL FLÚOR EN ODONTOLOGÍA
El flúor es un elemento
químico del grupo de los halógenos que se encuentra presente en la naturaleza y
en algunos alimentos.
El flúor ha demostrado un
consistente efecto anticaries.
Por lo que la Odontología lo ha incorporado como una de las principales medidas preventivas para combatir la caries dental.
Por lo que la Odontología lo ha incorporado como una de las principales medidas preventivas para combatir la caries dental.
Por dicho motivo, la gran mayoría de cremas dentales
contienen flúor.
A la vez, muchos países han adoptado como medida de
salud pública la fluorización del agua, la leche o la sal de consumo.
A su vez, la
Odontología utiliza Barnices y geles con grandes concentraciones de fluoruro
para evitar la aparición de lesiones de caries dental.
La aplicación tópica de flúor es un procedimiento
dental preventivo.
En el que el odontólogo aplica la mencionada sustancia
sobre las piezas dentarias, para evitar futuras lesiones de caries dental.
Ha sido
comprobado que:
- Hace más resistente al esmalte de los dientes.
- Elimina las bacterias que producen la caries dental.
- Evita que los dientes sean dañados por la acción de las bacterias y los ácidos que estas producen luego de que comemos y no nos cepillamos bien los dientes.
Se recomienda aplicar flúor en el consultorio dental,
desde que el niño cumple 1 - 2 años de edad.
Desde entonces hacerlo cada 4 - 6 meses, dependiendo
del riesgo de caries de cada persona.
La aplicación del flúor también es un procedimiento
sencillo y que no produce molestias.
Se aplica durante 2 - 4 minutos y luego se recomienda
no comer ningún alimento ni tomar agua durante 30 minutos a 1 hora para que su
acción sea más intensa.
La aplicación de Flúor es complementaria a la
colocación de sellantes de fosas y fisuras, pues mientras el Flúor actúa
protegiendo las superficies dentarias lisas.
Los sellantes se introducen en las hendiduras llamadas
fosas y fisuras, para evitar que los restos de alimentos y las bacterias
penetren en ellas, cariando el esmalte dental.
La acción del flúor en las piezas dentarias inhibe su
desmineralización y potencian la remineralización, formando fluoruro de calcio.
El 96% del esmalte dentario está formado por la
molécula de Hidroxiapatita con un pH crítico de 5,5.
La interacción de flúor con esta molécula, promueve la
formación de flúor apatita, con un pH crítico de 4,5 lo que la hace más
resistente al ataque ácido.
La sustitución de elementos formadores de los tejidos
dentarios por iones flúor, fortalecen y defienden las piezas de los ácidos
producidos por las bacterias de la placa microbiana.
Vías de Administración:
El flúor puede llegar a la
estructura dentaria a través de dos vías:
Vía Sistémica:
En la que los fluoruros son
ingeridos y vehiculados a través del torrente circulatorio depositándose
fundamentalmente a nivel óseo y en menor medida en los dientes.
La administración por vía sistémica
de fluoruros supone la aportación de dosis continuadas y bajas del mismo.
Siendo por tanto los riesgos de toxicidad prácticamente inexistentes.
Vía Tópica:
Supone la aplicación directa del
fluoruro sobre la superficie dentaria, por lo que su uso es posteruptivo.
Pudiendo iniciarse a los 6 meses de
edad y continuarse durante toda la vida.
Su máxima utilidad se centraría en
los periodos de mayor susceptibilidad a la caries como la infancia y primera
adolescencia.
a. Vía Sistémica:
- Fluoración de la aguas de consumo público.
- Fluoración de las aguas en las en las escuelas
- Aguas de mesa con Flúor:
- Suplementos de los Alimentos con Flúor
b. Vía Tópica:
Las formas de presentación más
comunes existentes para la aplicación tópica de flúor son:
- Barnices
- Geles
- Dentríficos
- Colutorios
- Seda dental fluorada
- Pasta profiláctica
- Chicles con flúor
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