domingo, 16 de septiembre de 2012

Prevención en boca de todos



PREVENCIÓN EN BOCA DE TODOS

La boca juega un rol fundamental en nuestra salud y bienestar general.
Por ello, mantener la boca sana es muy importante, porque ello facilita que se realicen correctamente las distintas funciones de la boca.
Como la función respiratoria, digestiva, comunicación, sensorial y sensitiva,
La mejor manera de evitar problemas de origen bucal es prevenirlos. 
Conociendo sus causas podemos evitarlas.
La odontología preventiva, parte de la odontología.
Es el estudio o la ciencia que se encarga de la promoción de la salud bucodental para evitar problemas como la caries o enfermedades periodontales.
Previniendo complicaciones o intervenciones más invasivas sobre el paciente.

Prevención de la caries:

La caries dental es posiblemente la enfermedad más frecuente.
En los niños lo es, y podríamos considerar que la infancia es el grupo de prevención con mayor potencial. 
Si la caries no se trata a tiempo, habrá problemas para comer adecuadamente porque produce dolor, y éste también puede afectar el sueño.
Además, las infecciones en la boca como la caries que es una infección en el diente, pueden dañar al resto del organismo.
La caries dental es una enfermedad fácil de prevenir, de tal forma que podemos evitar su aparición tanto en niños como en adultos. 

Hay cinco pilares para la prevención de la caries a cualquier edad: 
1)      Eliminación de la placa bacteriana mediante una correcta higiene oral. 
2)      Dieta e hidratación adecuadas.
3)      Uso de fluoruros.  
4)      Aplicación de selladores.  
5)      Revisiones en el dentista cada 6-12 meses. 

Eliminación de la placa bacteriana mediante una correcta higiene oral:
Los cuidados necesarios para una buena higiene oral dependen de cada paciente.
Por ejemplo, la manera de cuidar la boca de un bebé no es igual que la de una persona de 30 años.
Por ello también existen multitud de armas preventivas para combatir la placa bacteriana y el desarrollo de la caries.
Pero sí hay una pauta común, es el objetivo es eliminar la placa bacteriana y los restos de alimentos que puedan ser sustrato para la misma.
La técnica reina para ello es el cepillado dental.
Desde el momento en el que aparecen los dientes en la boca son susceptibles de caries.
A partir de la erupción del primer diente, es cuando conviene empezar el cepillado.
Para los niños existen cepillos especiales, mucho más pequeños y más suaves.
El cepillado debe realizarse después de cada comida.
En bebés, o en ancianos totalmente edéntulos, conviene utilizar una gasa húmeda para frotar las encías y retirar restos de alimentos y placa dental.
Cuando se utilizan prótesis removibles es muy importante cepillar éstas, con un cepillo que no sea el mismo que se utiliza para cepillar los dientes que quedan en boca.
Se puede utilizar un cepillo dental especial para dentaduras que es un cepillo dental de cerdas duras.
Además de sumergir la prótesis al menos una vez a la semana en un antiséptico como la clorhexidina al 0.2%.
Las fibras del cepillo deben pasar por todos los recovecos de los dientes.
Para la limpieza entre dientes llamados espacios interproximales puede utilizarse el hilo o seda dental. 

Como complemento a las técnicas básicas de higiene dental (cepillado y seda dental) existen métodos que son correctos pero nunca deben sustituir a los primeros como:
  • Pasta dental que da buen sabor y puede tener sustancias que favorezcan la salud dental y gingival, pero no es clave para un buen cepillado.
  • Utilización de colutorios con sustancias antisépticas que eliminan superficialmente los microbios y mantienen la boca más limpia.
  • Pero que es conveniente que no se utilicen durante periodos largos de tiempo excepto por prescripción del dentista.

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