LOS DENTIFRÍCOS Y
CEPILLOS DENTALES
Los
dentífricos son conocidos como pastas de dientes y desde antaño se han usado para
contribuir a la limpieza de los dientes.
Hasta
hace pocos años, de los dentífricos, el efecto cosmético era el más
considerado, pero los avances tecnológicos han hecho que en ellos se incluyan
substancias con efectos terapéuticos.
Por
ello, hoy en día existen en el mercado gran cantidad de dentífricos con efectos
diversos sobre las piezas dentarias y las encías.
Son
aquellos productos (cremas, pastas, soluciones, polvos) que se utilizan para la
limpieza de la dentadura, y generalmente acompañan al método de cepillado.
Es
importante destacar, sin embargo, que sin un buen método de cepillado, la
acción de los dentífricos es ineficaz.
Si
se tiene la boca sana y se visita al dentista con regularidad, se puede seguir
usando la misma pasta, haciendo caso omiso a lo que digan los anuncios
publicitarios.
Si
no se dispone de tiempo para consultar al dentista antes de comprar la pasta,
se debe buscar una que contenga fluoruro y que exhiba en su envase el sello de aprobación
de la (Asociación Dental Americana).
La
pasta dentífrica y la técnica de cepillado dental son un producto y un método
que funciona de manera conjunta para remover la placa dental.
Para
un resultado óptimo en materia de higiene bucal y prevención de enfermedades dentales
debe conocerse una adecuada técnica de cepillado.
Sin
embargo, es sumamente importante conocer los distintos tipos de dentífricos existentes
y su utilidad para cada caso particular.
Los
dentífricos están compuestos por diferentes sustancias y cada una de ellas
tiene una función diferente.
Un
cepillo dental manual consta de dos partes: mango y cabezal.
Hay
mangos rectos o mangos con una curvatura o acodados lo que hace que el cabezal quede
a otro nivel.
Hay
mangos con un codo flexible que según sus diseñadores sirve para llegar mejor en
zonas de la boca de acceso más difícil.
La
parte más importante del cepillo es la cabeza, es la parte activa.
Está
formada por penachos de filamentos y a diferencia del mango, las diferencias entre
cabezales son importantes.
Los
cabezales pueden tener diferentes tamaños y se aconseja un cabezal adecuado al tamaño
de la boca.
Las
cerdas o filamentos que componen el cabezal, son la parte más importante del cepillo
como vamos a ver seguidamente.
Los
primeros cepillos se confeccionaron con cerdas naturales, de aquí su nombre,hasta
que se empezaron a fabricar fibras sintéticas y hoy se usan filamentos de nylon
y fibras de poliéster.
Se
ha creado una interminable variedad de cepillos con mangos, alturas de cerdas o
extensiones modificadas.
Cuando
se ha diseñado un instrumento apropiado, se aplica un movimiento de cepillado
para satisfacer las necesidades del paciente.
Los
cepillos dentales eléctricos son de efectividad similar a los manuales, pues en
última instancia, solo remplazan la fuerza muscular por la fuerza eléctrica.
El
objetivo principal de los cepillos dentales, es remover adecuadamente la placa dental
que se encuentra por encima del borde de las encías.
Es
importante en el momento de escoger un cepillo dental tener en cuenta el tipo
de dentición, si es decidua, es decir dientes temporales o de leche, si es
permanente o se está en el recambio de dientes.
También
deben considerarse factores como la destreza o habilidad manual, el uso de prótesis
dentales o de algún tipo de aparatología, removible o fija.
Para
la etapa de la infancia, existen diversas recomendaciones para comprar un
cepillo dental adecuado para cada niño.
Es
importante que los padres consulten durante el primer año al Odontopediatra,
para recibir asesoría sobre la limpieza de la boca del niño, aún antes de tener
dientes.
Los
restos de la leche materna o del biberón, pueden causar en las encías del bebé enfermedades
que pueden prevenirse, realizando diariamente una completa limpieza de los
rodetes o rebordes de las encías con el dedo cubierto por una gasa humedecida.
El
momento de cambiar de cepillo dental, varía según la fuerza o la frecuencia del
cepillado.
En
promedio se sugiere cambiar cada 3 meses el cepillo dental, o cada vez que las cerdas
se vean desgastadas, lo que puede ser un problema para los padres de los niños que
muerden los cepillos o juegan con ellos.
Es
importante mantener el cepillo, con un protector de la cabeza, o en un lugar
fresco y seguro, para evitar la contaminación de éste.
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