lunes, 8 de octubre de 2012

¿Qué hacer para el dolor y la infección dental?



¿QUÉ HACER PARA EL DOLOR Y LA INFECCIÓN
DENTAL?
Un dolor de diente o dolor de muela suele ser el resultado de caries dentales o algunas veces de una infección.
El dolor de muelas es un dolor alrededor de la mandíbula o cara.
La causa del dolor de muelas puede ser irritación de un nervio en la raíz, infección, caries o pérdida de un diente.
La pulpa dentaria es un tejido suave y esponjoso que tiene muchos nervios sensibles y vasos sanguíneos.
Esta pulpa está rodeada de muchas capas de tejido duro, y la capa externa está hecha de esmalte.
La causa del dolor de muelas es la inflamación de la pulpa del diente.
Esto se denomina pulpitis y a menudo se debe a una caries.
Se trata de la formación de agujeros (cavidades) en el diente que dejan expuesto el nervio de su interior.
La comida y las bebidas (sobre todo si están frías o calientes) que tocan el nervio causan dolor.
Si no se hace un tratamiento, la pulpa del diente muere y se infecta.
Esto lleva a la formación de un absceso, que provoca un dolor punzante fuerte y continuo.
Con frecuencia, el dolor de muelas empieza repentinamente y puede ir de un malestar leve a uno muy agudo.
Puede notarse un dolor punzante constante o intermitente en la cabeza, mandíbula y oído.
Normalmente, el dolor es más fuerte al comer o beber, sobre todo si está muy frío o caliente.
En la parte del dolor de muelas, la mandíbula puede estar adolorida o estarlo al tocarla.
También puede ser peor al estar acostado porque se ejerce más presión sobre el diente.
Los síntomas típicos del dolor de muelas son: dolor al masticar, sensibilidad a la comida fría o caliente, sangrar alrededor del diente o la encía, hinchazón alrededor del diente e hinchazón de la mandíbula.
El dolor de muelas sobreviene cuando se inflama (pulpitis) la pulpa del centro del diente.
Esto suele suceder si hay una caries, que es una pequeña fractura (grieta) o un agujero en el diente.
También puede haber dolor de muelas después de algunos tipos de tratamientos dentales.
Por ejemplo, después de una curación profunda, la pulpa puede estar irritada.
Además, el encogimiento de las encías puede dejar expuestas partes sensibles del diente.
Una Infección dental o absceso dental es una complicación de la caries dental y también puede resultar de un trauma al diente, como cuando un diente se rompe o recibe un golpe.
Las aberturas en el esmalte dental permiten que las bacterias infecten el centro del diente (la pulpa).
La infección puede propagarse desde la raíz del diente hasta los huesos que lo sostienen.
La infección ocasiona una acumulación de pus (tejido muerto, bacterias vivas y muertas, glóbulos blancos) e inflamación de los tejidos internos del diente.
Esto causa un dolor de muelas intenso.
Si la raíz del diente muere, el dolor de muelas se puede detener, a menos que se desarrolle un absceso.
Esto es especialmente válido si la infección sigue estando activa y continúa diseminándose y destruyendo tejido.
Los objetivos del tratamiento son eliminar la infección, preservar el diente y prevenir complicaciones.
Se pueden recetar antibióticos para combatir la infección.
Los enjuagues bucales con agua tibia y sal pueden ser calmantes y los analgésicos de venta libre pueden aliviar el dolor de muelas y la fiebre.
No se debe colocar aspirina directamente sobre el diente o encías, ya que esto aumenta la irritación de los tejidos y puede provocar úlceras bucales.
El tratamiento de conductos se puede recomendar en un intento por salvar el diente.
En caso de presentarse una infección severa, se puede extraer el diente o se puede necesitar una cirugía para drenar el absceso.
Es posible que algunas personas deban ser hospitalizadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario